La respiración y sus movimientos están conectados a los movimientos de las emociones y pensamientos.
Experimenta la importancia de una buena respiración
Si aprendemos a respirar conscientemente podremos dirigir creativamente nuestras vidas y nuestros potenciales, nos aporta calma y paciencia para manejar la negatividad ayudándonos al control de las palabras y las emociones bloqueadas. Ayuda a combatir adicciones. Recanaliza condiciones mentales previas sobre el dolor para reducirlo o eliminarlo. Estimula la glándula pituitaria y el tercer ojo (la intuición). Relaja y calma el sistema nervioso parasimpático, activa y limpia los canales nerviosos, estimula los químicos cerebrales (endorfinas), aporta energía al bombear el líquido raquídeo al cerebro, purifica la sangre, regula el Ph del cuerpo, elimina el estrés, la depresión, la ansiedad…
Si deseas comenzar a practicar ¡te ofrecemos estas pautas!
Es aconsejable realizar esta actividad con el estómago vacío o no muy lleno.
Siéntate en una postura cómoda a ser posible con la espalda erguida, relaja el cuello acercando el mentón al hueco existente entre las clavículas. Permanece tan relajado como puedas. Si lo necesitas apoya tu espalda en un respaldo con la espalda recta o túmbate.
Relaja todo el cuerpo desde los pies a la cabeza, cierra tus ojos, suelta tu lengua y permaneciendo muy cómodo, a ser posible en silencio o con música muy relajante y bajita. Observa tu actitud, mira si hay preocupación en ti y permítete por unos momentos dedicarte este espacio. Si lo necesitas, ponte un temporizador para no estar pendiente del tiempo y disfrutar plenamente de tu momento. Ya sean 10 minutos ó 3 horas. Si puedes hacerlo sin limitarte en nada , ¡fantástico!
Comenzamos…
- Coloca tu mano izquierda sobre tu ombligo , la derecha sobre las costillas para sentir su movimiento, respira por tu nariz.
- Comienza a inhalar, escucha el sonido de tu respiración, el ritmo, la velocidad, la temperatura, la tensión, (si hay aspereza o suavidad).
- Imagina el aire entrando por tus fosas nasales, llenando primero el bajo vientre… medio… alto…, continua expandiendo tus costillas e incluso las clavículas sin forzar, sintiendo la suavidad. Para unos instantes y al exhalar observa las sensaciones al salir el aire lentamente desde tus clavículas, torax, abdomen y pubis finalmente vaciando por completo tus pulmones sin forzar. Continua, disfruta…
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