Sabrina, estudiante y profesora de Yoga.

El yoga llegó a mi vida en el año 2015 , año de emociones encontradas, por un lado mi deseo de ser madre de nuevo me era concedido y por otro lado mi madre enfermaba de leucemia. Experiencias que ponían a prueba mi fortaleza ante los obstáculos .

Una compañera de trabajo me comentó que asistía en una herboristería de mi pueblo a yoga y rápidamente decidí probar. La modalidad era el hatha yoga y mi primera profesora se llamaba Patricia. El gran descubrimiento de esas primeras clases fue la posibilidad de cerrar mis ojos sin nada más que hacer. Las lágrimas brotaban de mis ojos sin ningún esfuerzo, la sensación de calma  y tranquilidad, de soltar tensiones emocionales acumuladas me aliviaba y me hacia sentir mejor. Por otro lado, conectar con la quietud de savasana fue otro regalo ofrecido por el yoga, me permitía unos minutos de relajación y descanso.

El yoga me acompañó durante todo el embarazo y al siguiente año sentí la necesidad de seguir investigando y fue cuando el kundalini comenzó a formar parte de mi vida. Además de todos los conocimientos teóricos que la formación de Profesores de Kundalini Yoga en el centro SAT NAM me ofreció, lo que más me influyó fue la posibilidad de abrir mi mente corazón a vivir experiencia nuevas y salir de la zona de seguridad, permitiéndome conocerme y quererme más y mejor.

El yoga me ha aportado una nueva forma de relacionarme conmigo misma , ahora soy más consciente de mis emociones y pensamientos y puedo observarlos con cierta distancia. Ese es el gran beneficio del yoga, el ir dándote cuenta que a través del trabajo físico de asana vas al mismo tiempo estando presente en el aquí y ahora, viviendo con más calidad y presencia tu día a día, y cuando llegan los retos de la vida intentas no dejarte arrastrar por la montaña rusa de las emociones.

La formación en Yoga Kundalini en el centro Sat Nam ha significado un punto de inflexión en mi vida. Ahora me siento más conectada con mi corazón y mis emociones, además de ser más empática y respetuosa con los demás y mi entorno. Los aprendizajes recibidos por todo el profesorado han sido de una gran calidad y me han permitido crecer a nivel personal y profesional. Es una formación muy recomendable.

Ahora con la formación de Hatha sigo indagando y experimentando mi interior. El yoga es para mi un camino de vida y espero seguir creciendo, aprendiendo y mejorando día a día como persona para SER MÁS FELIZ Y PONER MI GRANITO PARA QUE LAS PERSONAS QUE FORMAN PARTE DE MI VIDA TAMBIÉN LO SEAN. ÉSTE ES MI GRAN RETO . ETERNA APRENDIZ DEL AMOR.

SABRINA TAJ KARTA KAUR